miércoles, 26 de febrero de 2014

Las Orejas de Don Carnal….últimos excesos consentidos.



Llega el Carnaval con tal intensidad que va a dejar huella…casi tres meses sin parar de llover en esta Galicia tan verde y frondosa…, que bien podía ser un poco menos verde y frondosa a cambio de unos rayitos más de sol… y parece que  las predicciones auguran buen tiempo …. que los disfraces debajo de un abrigo o paraguas no lucen … que hay que dar la última carcajada pagana...

Están las monjitas francamente revolucionadas…y hoy han comenzado a preparar los festejos amasando, recortando y friendo las orejas de Don Carnal…en un intento de purificar su alma perversa y  pecaminosa que.., no nos engañemos…. , sumado a un par de cocidos, filloas, leche frita y demás... lo que nos dejará a la postre serán 1000 o 1500 gramos más en nuestras ya pesadas alforjas… con lo bien que íbamos de cara al verano. Todos los años igual..!

En fin..., que es Carnaval y todo se perdona… Ya entrando en cuaresma nos apretaremos el cinturón..

La receta que os presento es la que se ha hecho nuestra familia toda la vida… este postre admite increíblemente una cantidad de variaciones tremenda…podéis comprobarlo consultando otras fuentes, pero de verdad que merece la pena que algún carnaval lo intentéis… un sábado o domingo por la tarde…que dudas si quedar tirado en el sofá de casa o ver la tele… Nosotros en el convento como estamos tan ocupados se nos va el tiempo… somos como el conejo de Alicia..


INGREDIENTES  para un delicioso y seductor pecado carnal :

- 500 gr de harina blanca de trigo de repostería  ( vale harina de fuerza como la de hacer pan)
- 125 gramos de mantequilla derretida ( si no tenéis puede ser margarina, pero no es igual...)
- 1/4 vaso de anís (vienen a ser unos 60cc.)
- Esencia de anís ( 1 cucharada de café... que si no parecen colonia..)
- 3 huevos ( o 4 si son de talla pequeña)
- 3 cucharaditas de postre de azúcar
- Una pizca de sal






La mantequilla es mejor pasarla por el microondas o al baño María para que se diluya completamente y sea más facil desleirla con el resto de los ingredientes….

Una vez que empezemos a echar el anis aquello ya empieza a oler a fiestaaa...!!..





Primero mezclamos con una cuchara hasta que vayan ligando bien todos los componentes…



Una vez todaos los ingredientes están en el recipiente, nos remangamos, pedimos ayuda a alguien que nos sujete el bol y empezamos a girar y girar ....y envolver la masa con la pala o la cuchara....y girar, girar ....volver a envolver..., girar más y más y más...., volver a envolver , seguir girando..., girar, girar.., envolver y seguior girando cada vez más consistente y más sensación de "masa".. 

¿os imagináis?...así un buen rato…




Lo de revolver circularmente y relaizar movimientos envolventes sin mancharte las manos de masa funciona estupendamente..., es lo que vienen a hacer las amasadoras automáticas más o menos y a mi me resulta cómodo el palo de una cuchara de madera.

No os libráis de estar ahí  10 ó 12 minutos en total hasta que la masa está bien ligada y sin grumos, con una adecuada tensión que aguanta que la estiremos un poco dándole un pellizco... en fin, que se ve claro que aquello ya es una masa no una pasta.

Esta masa no lleva nada de agua, solo unos 60 ml de anís, por lo que la textura lógicamente no va a ser como la masa del pan o pizza… 

Luego para manipular o estirar embadurnaremos las superficies de trabajo con una película de aceite y no se pegará… por que si no…. sería imposible!



Tenemos la masa...!!
Ahora ya es imposible volverse atrás...

Pero nunca olvidéis en este tipo de postres que lo que se pretende es que queden crujientísimos… 

Si no guardáis la adecuada proporción de harina y se os va la mano, amasareis de coña… no se os pegará nada a la mesa… creeréis que tenéis el punto perfecto de la masa,  pero al tener más harina cogerán más aceite al freír y al día siguiente ni crujirán al morder ni nada…, sabrán más o menos igual pero parecerán caucho….




Tapamos el bol con el gorro de ducha (que usamos solo para esto , eh?)… y a reposar una hora.




Esta masa al llevar mucho huevo acaba ligando fenomenal, con muchísima tensión superficial que permitirá estirarlas bastante sobre el mesado…, hasta que queden finísimas si queréis…, pero le pasa como al blandi-blub que permite estirarse mogollón pero si lo estiras de golpe parte…aquí igual..

Para facilitar que no se nos pegue a la encimera de mármol o a la mesa de la cocina o sobre una superficie antiadherente especial como la que me compré ayer e incluso que no se pegue al rodillo…, pincelaremos o embadurnaremos la superficie ligeramente con aceite o margarina…nada de harina.




Esta masa apreciaréis que aunque no se pega firmemente a la superficie de trabajo, sí se "agarra" ligeramente…, eso es normal. Mejor entrenarse con las primeras como hice yo dejándolas un poco más gruesas …luego ya vais de virtuosos, que seguro que la bordáis…. vosotros podéis!!.




Dividimos la masa en porciones manejables para estirar…. la masa está perfecta…, delicadísima y elástica, pero a la vez frágil… Hay que manejarla con el mayor cariño del mundo… y siempre con la ayuda de aceite tanto en la superficie como en el rodillo




Los cortes se los hacéis como si fueseis a jugar al Tangran… a mi me parece simpática la forma triangular empezando a despegar por uno de los picos y ayudado por la otra mano para que en el proceso de llevarla a la sartén no se pegue sobre si misma…







Estas primeras quedaron muy chulas pero claro.., más gorditas de lo que yo había aprendido de toda la vida…Si las dejas que se hagan bien hasta que quedan bien doradas mantienen la textura crujiente igual, pero es que luego el chiste es comer más de una y estas hacen cada una por dos de las que yo quería hacer…



Había que esmerarse en la siguiente tanda….



¿A que os mola el rodillo que me compré?…Dentro se guarda enrollada la superficie antiadherente de abajo… me encantó aunque me soplaron 40 euros del ala… pero mereció la pena.




Bueno queridos….,  cuando uno se pone y se pone….esto ya es otra cosa !




Lo mismo.., cortes aleatorios , levantar con cuidado y a la sartén sin quemarse los dedos… 
Mirad estas fotos del proceso…, ya estábamos en las últimas y lógicamente el aceite va acumulando residuos de la harina y se va ennegreciendo…, pero las orejas siguen saliendo con un color perfecto.

Se trata de estar muy atento porque si te pierdes en la encimera estirando masa, cortando…etc... y no miras para la sartén se te quema seguro!!…Os puedo prometer que a mi me pasó…y en cuestión de 15 segundos… 







Echas la masa con cuidado en el aceite..., le dejas que coja color amarillo dorado por un lado, que habitualmente se acompaña de un brote de burbujas de masa por la parte que todavía no se tostó….y en cuestión de medio minuto como mucho has de darle la vuelta y dejarla un tiempo similar…. 

En unos segundos están hechas… es increíble!!.




Veréis que yo le encontré un punto fenomenal a los palillos de comida chino-japonesa junto a la espumadera… Como e aceite no va a estar saltando o chisporroteando … ni habitualmente a la máxima temperatura sino al 75-80 % del máximo de potencia de fuego..., pues es raro quemarse aunque acerques bien las manos al aceite.




A medida que las vamos sacando del aceite las pasamos a una fuente grande y les echamos el azúcar glas rápidamente por encima.  A pesar del aspecto aceitoso es curioso la poca cantidad de aceite con que se impregnan… bueno, entendámonos… aceite llevan a morir para lo poco acostumbrados que estamos a estos postres tan cañeros a lo largo del año…. si tomas esto cada fin de semana, te ingresan seguro…

Entre pitos y flautas para unos 700 gramos de masa en total y después de hacer más o menos cuatro docenas de orejas, no se consumió ni la tercera parte de los 500 ml de aceite con que partimos… no está nada mal…. Si consideramos utilizar un aceite más flojito todavía mejor..




Creo que no están nada mal de color…y el contraste con el azúcar en polvo es precioso… y el olor tan rico anisado por toda la casa… Definitivamente es Carnaval!!




Ese sabor anisado y esa textura tan crujiente, que aguanta bien los tres primeros días..., hacen que las Orejas sean el dulce bocado por excelencia en el entroido o carnaval gallego… Indiscutible!!




Bueno… qué queréis frates…¡alguna siempre se quema!….

La próxima os prometo que va a ser de ensaladas….y qué ensaladas, ya veréis… para ayudados a llegar al verano con un tipazo que vais a causar sensación a propios y extraños…

Pero ahora todavía estáis a tiempo de pecar con unas Orellas de Entroido como las de hoy…, o unas filloas , flores de carnaval, tarta de chicharrones, natillas, leche frita….. A partir de estas fechas ya sabéis que se acaban los excesos…¡¡ moderación en todo !!… 

A la postre nunca mejor dicho...de esta Batalla entre Don Carnaval y Doña Cuaresma de la que ya dió cuenta grafica Pieter Brueghel el Joven el 1559 ... siempre gana la Cuaresma, aunque solo sea porque el tiempo pasa y entramos en ella insensiblemente…




Seguro seguro que identificáis perfectamente quién es quién en el cuadro...

Os vigilo....

2 comentarios:

  1. Me recuerdan un poco los fritos que nos hacía la abuela con la masa que se sobraba de las empanadas, quizá tu no lo recuerdes eras un enano, pero era algo parecido en cuanto a la presentación, el sabor seguro que muy diferente.

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  2. gracias Elena…, el sabor de esos fritos no lo tengo en el recuerdo…, pienso que será simulara cuando haces empanadillas fritas en casa con masa de empanada….Lo que sí recuerdo eran las rosquillas de anís que les duraban semanas frescas…¿qué le echarían?…Si consigues recetas las reproducimos aquí. Un beso la presidenta del club de fans…jaaajaaa. Muáaa!!

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